MY PANIC! ROMANCE - Rincon Panic! at the disco

Panic! at the Disco

Está formada por cuatro jóvenes de apenas 19 años procedentes de Las Vegas. El vocalista Brendon Urie, quien también se encarga de la guitarra y el teclado, Ryan Ross, en guitarra, teclado y como vocalista de acompañamiento, Jon Walker en el bajo y Spencer Smith

Todo funcionaba muy bien, por lo que su siguiente paso ya era formar una banda original. Reclutan a sus compañeros de secundaria Brent Wilson y Brendon Urie para el bajo y la voz.
Cuando hay muchas intenciones, un mérito extra es que todas ellas queden claras sin atropellarse entre sí. Ése es el mérito de Panic! at the Disco, un grupo estadounidense que por fortuna no dura más de dos segundos en el canasto del punk pop en boga porque de entrada tienen ideas suficientes para desmarcarse de esa etiqueta para el resto de su vi

da.

Todo aquí muestra las ganas de decir cosas que tiene el grupo. En sentido literal: estas canciones tienen títulos como “La única diferencia entre martirio y suicidio es la cobertura de prensa” (sensato), “Recostarse es lo más divertido que una niña puede hace sin sacarse la ropa” (interesante), “Constantemente agradezco a Dios por Esteban” (considerado) y “Construye a Dios y luego hablamos”: exacto. Y en sentido figurado: la música está también llena de cosas que decir.
Su particular nombre lo escogen del tema “Panic” de Name Taken. Ya bautizados comienzan sus primeros ensayos en la sala de la casa de los abuelos de Spencer. Así componen y dan forma a sus primeros temas. Esta banda tiene el buen pie de llamar la atención de Peter Wentz, quien integra Fall Out Boy, quien con buen ojo, los suma inmediatamente a su sello Decaydance. Esta firma les daría la libertad creativa suficiente para grabar el material que conforma el álbum debut del grupo. A Fever You Can’t Sweat, mezcla distorsión y pasividad en un mismo conjunto trece tracks, en donde los sintetizadores se funden con el uso de pianos y letras intimistas. I Write Sins Not Tragedias, utilizado como primer sencillo de la placa logra llamar la atención por la mezcla de ritmos y pausas, pero siempre con una buena intensidad. El video tampoco es común, con un colorido y teatralidad que afirma su poderío musical.
Casi podemos decir que han entrado a la disco sin pagar y sin hacer cola. Con su primer trabajo de estudio han sembrado el pánico y han conseguido posicionarse en lo más alto de las listas de rock alternativo. Y lo más difícil, se han ganado el favor de la crítica y de miles de seguidores en todo el mundo.
El éxito de Panic! At The Disco se debe sin duda a su originalidad mezclando pop, punk, rock y electrónica. El resultado es “A Fever You Can’t Sweat Out”, un disco que de entrada sorprende y luego no puedes dejar de escuchar.
El cuarteto de Las Vegas ha dividido su trabajo en dos partes, una en la que predominan los ritmos futuristas y los sintetizadores y otra en la que destacan fragmentos acústicos, el piano y el acordeón. Destacan temas como ‘I Write Sins Not Tragedies’, ‘But It’s Better If You Do’, ‘The Only Difference Between Martyrdom And Suicide Is Press Coverage’, ‘I Constantly Thank God For Esteban’ o ‘Build God, Then We’ll Talk’. Que nadie se asuste, aunque los títulos de las canciones sean un poco largos os aseguro que vale la pena hacer un hueco en nuestra memoria para recordarlos.
Una voz inconfundible que tiene mucho que decir, unas letras muy precisas y unos cambios de ritmos que no podrían concebirse de otra manera recogen esta primera experiencia de Panic! At The Disco y que seguro no será la última.
Las trece canciones de este disco están sembradas de rasgos propios, entre momentos acústicos y electrónicos, cambios de ritmo, abundantes pianos y teclados, bases secuenciadas con el mejor gusto y arreglos de bronces y de cuerdas. El solo comienzo de “Camisado” es sorprendente, entre un piano eléctrico y una guitarra ensamblados en cuestión de segundos, y el pulso discotequero de la batería todo el tiempo es un llamado al baile. No al pogo: al baile. El carácter punk persiste en modo veloz en que están tocadas estas canciones, y si el cantante y guitarrista Brendon Urie tiene una voz que puede ser definida como emo por su sensibilidad, él la saca de ese cliché y restituye el valor de cantar con emotividad, tal como este grupo restituye el valor de la melodía.

El track-list del disco es el siguiente:

1. Introduction
2. The Only Difference Between Martyrdom And Suicide Is Press Coverage
3. London Beckoned Songs About Money Written By Machines
4. Nails For Breakfast, Tacks For Snacks
5. Camisado
6. Time To Dance
7. Lying Is The Most Fun A Girl Can Have Without Taking Her Clothes Off
8. Intermission
9. But It’s Better If You Do
10. I Write Sins Not Tragedies
11. I Constantly Thank God For Esteban
12. There’s A Good Reason These Tables Are Numbered Honey, You Just Haven’t Thought Of It Yet
13. Build God, Then We’ll Talk

Panic! Hace presencia de un perfecto sonido, mezcla de punk rock, pop, dance y música de los 80. También le suman detalles de arreglos y matices que le suman un misterio e interés al que no se puede estar indiferente. De acuerdo a las opiniones especializadas, se ha dicho que este grupo es de los que sirven de prueba fehaciente de la existencia del emo, corriente derivada del rock alternativo independiente. Es del tipo de banda que se diferencian de las demás por el contenido profundo y significativo de la letra de algunas de sus canciones y que se atreven a experimentar basados en su propia inspiración.

para la batería. Hasta este año contaban con Brent Wilson en el bajo, pero este abandona la formación.